La pérdida y el duelo. Una experiencia compartida.

 

El Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Laguna acaba de editar el volumen ‘La pérdida y el duelo. Una experiencia compartida’, cuya autoría corresponde a Alfonso Miguel García Hernández, profesor titular de Enfermería y experto en esta temática.

Este libro está dirigido a profesionales de Ciencias de la Salud y personas interesadas en esta materia. El título pretende descifrar el proceso del duelo, con sus luces y sus sombras, sus espacios en blanco y puntos de encuentro con las distintas disciplinas que lo estudian. Escrito desde la idea central de acercar al entendimiento de la pérdida y el proceso de duelo a todos para comprender por qué se siente la vida vacía, el dolor por la ausencia de los seres queridos fallecidos, persigue además “encontrar nuestro camino del duelo y aprender a vivir de nuevo, con la mirada puesta en el hoy y en la trascendencia de la vida”, explica su autor.

“Escrito desde la humildad epistemológica de que lo que creemos saber está anclado en nuestras presuposiciones y no en la verdad en sí misma”, apunta García Hernández, el libro se ha estructurado partiendo de la multiplicidad de significados e investigaciones, la diversidad de las creencias, la adopción de una postura de “no saber” del todo lo que los demás piensan con respecto al mundo “y el cultivo de la curiosidad que más que de experto, es de ser humano que busca ayudarnos a dar forma a la realidad de las construcciones de significado en torno a las pérdidas y el duelo”, en niveles que van desde lo biológico a lo psicológico, social y cultural.

El volumen también se nutre de los relatos íntimos de algunas personas cercanas “y de relatos de la cultura en la que vivimos, que nos dicen que siempre es posible escribir otras vidas”, asegura García. El protagonista principal de este libro es la relación humana, “hombres y mujeres de nuestra época, contemporáneos, personas que perdieron a seres queridos y que de pronto tienen que arreglárselas, como puedan, pues anhelan la seguridad de la unión humana y la mano amiga con la que poder contar en un momento difícil”.

Según el autor, “viven, en ocasiones, la ambivalencia de querer relacionarse, pero a la vez de no estar relacionadas y, en especial, de estar relacionadas para siempre con su ser querido fallecido, y dudan de que un estado así pueda traerle cargas y causarle tensiones que ni se sienten capaces de soportar ni quieren soportar”, explica el experto en tanatología.

Las relaciones se convierten por tanto en una ventaja y a la vez en un inconveniente, continúa el profesor universitario, y no hay modo de predecir cuándo lo uno se convierte en lo otro, porque la mayor parte del tiempo cohabita esta sensación, aunque en niveles de conciencia diferentes. En un momento en el que proliferan libros a modo de recetarios del duelo, este volumen incorpora referencias de investigaciones además de experiencias vividas por personas en duelo, fundamentalmente padres y madres que perdieron hijos, y busca ampliar nuestras perspectivas en el entendimiento de este fenómeno.

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